PRIMEROS APRENDIZAJES Y RECUERDOS.

Actualmente a los psicólogos se nos escucha mucho hablar sobre la importancia de las primeras experiencias, los primeros recuerdos, los primeros contactos con las figuras paternas, etc.

Pues bien, si hablamos tanto de la importancia de estos momentos es porque desde ya antes del nacimiento, nuestro cerebro y nuestro sistema emocional está aprendiendo y configurándose. Y, a su vez, esta configuración condicionará la forma que tenemos de relacionarnos y comportarnos en momentos futuros.

Un ejemplo simple para aclarar estos conceptos puede ser el del bebé que llora. Cuando un bebé llora, es porque tiene algún tipo de necesidad (comida, sueño, atención por un daño…). El bebé es un ser dependiente y en ese momento la única forma que tiene para interactuar con el mundo exterior y requerir cuidado es el llanto. Si cuando el bebé realiza este llamamiento no se le atiende estará aprendiendo que, aunque pida ayuda cuando tiene necesidades, el mundo externo (los otros) no la ofrecerá, por lo que tendrá que buscar soluciones únicamente por sí mismo. En un futuro esta persona podrá sentir que ante un problema no puede pedir ayuda, ya que no servirá de nada. Este aprendizaje conlleva emociones como podrían ser miedo, tristeza, desesperación o desilusión que se activarán en el momento en el que necesite pedir ayuda o relacionarse con otros. Por otra parte, se crearán mensajes implícitos (inconscientes) en la memoria de esa persona muy potentes como “no merezco ser ayudado” o “no valgo lo suficiente para ser ayudado” que condicionarán múltiples aspectos de su vida.
Los recuerdos y aprendizajes se configuran mediante redes que forman las neuronas en nuestro cerebro y, una vez establecidas, lo más probable es que recorramos estas redes ante las mismas situaciones y no creemos otras redes alternativas.

Los psicólogos trabajamos estos recuerdos de la memoria implícita y el sistema emocional de las personas para cuestionarnos estos aprendizajes y poder construir nuevas formas de comportamiento, cognición y emoción más adaptadas a las necesidades de la persona.

No dudes en consultar a un profesional si te sientes bloqueado o crees que necesitas aprender más de ti mismo para regularte y adaptarte mejor en tu día a día.

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Vanesa del Pozo Castro

Psicóloga - Directora de Neuropsicoemoción

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